lunes, 27 de abril de 2020

TÉCNICAS DE EXPOSICIÓN ORAL


"Piensa como un hombre sabio pero comunícate con el lenguaje de la gente" 
William Butler Yeats


¿Qué es la exposición oral?
Una exposición oral es una situación comunicativa formal, en la que uno o más expositores informan al público asistente respecto a un tema o un asunto que han estudiado de antemano, con el fin de darlo a conocer o difundirlo.
Una exposición oral puede darse en ámbitos académicos, profesionales o políticos. Como habitualmente ocurre en vivo y directo, depende en buena medida de la organización y talento expresivo de los expositores, ya que deberán capturar la atención de la audiencia durante el período en que dure su intervención.
La exposición oral es apenas una de las formas existentes de exposición, que incluyen la disertación por escrito, la videoconferencia, la clase magistral, etc. Pero por exposición oral suele referirse a una charla en la que tanto los expositores como el público interesado se hallan presentes, y se propicia una interacción directa entre ambos.

Elementos que la componen
Los expositores pueden emplear diversos materiales para acompañar su explicación.
En una exposición oral suelen estar involucrados los siguientes elementos:

  • Expositor(es). Aquellos que tienen la palabra y que son escuchados por el público.
  • Público. Aquellos que presencian la exposición y que, por lo general, guardan silencio hasta el final de la misma.
  • Material de apoyo. Los expositores pueden emplear diversos materiales para acompañar su explicación, ya sea como recordatorios, ejemplos, ilustraciones, o simplemente como un resumen constante de lo dicho, para facilitar el aprendizaje o la retención de lo expuesto. En este sentido pueden usarse fotografías, láminas de presentación digital, vídeos, etc.
Tipos de exposición oral

  •  Mesa redonda. Todos los expositores se organizan para conversar en torno a un tema, pudiendo intervenir a voluntad.
  • Panel de discusión. Los expositores hablan por turnos al público, y por último se produce un debate con preguntas.
  • Conferencia o lectura. Uno o varios expositores (por turnos) leen y/o comentan un texto al público y aportan explicaciones de ser necesario para que se entienda.
  •  Debate. Dos expositores abordan un tema desde perspectivas diferentes y tratan de convencer al público de su postura
  • Simposio. Un panel de especialistas aborda una temática desde sus puntos de vista; luego el público interviene mediante preguntas y dudas que son aclaradas. 
¿Cómo concluir una exposición oral?
Cuando llega el momento de finalizar nuestra exposición oral siempre se nos pasa por la cabeza todas las cosas que hemos podido hacer mal a lo largo de la intervención, aspectos que se nos han olvidado mencionar o datos que no hemos sabido encajar. Pero esos pensamientos no se pueden apoderar de nosotros porque aún queda el final de nuestra intervención, es donde podemos poner el broche de oro.
Cuando nos preguntamos cómo concluir una exposición oral, debemos tener en cuenta las premisas; que bien tenemos memorizados o anotados para que toda nuestra planificación  sobre lo planeado. 

Organizar la estructura de una exposición oral es algo que tenemos que tener en cuenta en el momento de la preparación. Porque de nada vale que tengamos el mejor contenido si toda la información que utilicemos, para la exposición oral, este completamente desordenada; provocando que el oyente se pierdan continuamente.

Para superar cualquiera de las oposiciones a la que nos enfrentemos tenemos que ser metódicos y disciplinados; si conseguimos tener esta actitud frente a la exposición oral estaremos más cerca de conseguir la tan ansiada plaza. Y una de las cosas por las que pasa tener esa actitud es por hacer una estructura que no deje lugar a dudas, donde quede bien claro lo que decimos, dejando ver al oyente las ideas fundamentales que queremos transmitirle.

Todas estas decisiones se tomarán siempre en la preparación de la exposición oral; ya que cuanto antes marquemos la estructura de una exposición oral antes podremos saber dónde enlazar las partes más importantes de nuestro contenido. 
Partes fundamentales de una exposición oral
  •      Introducción: En esta parte donde tenemos que dejar bien claro quienes somos y que tema vamos a presentar en los siguientes minutos. Todo ello contado de una forma que deje al espectador con ganas de saber más.
  •      Cuerpo: Es aquí donde desarrollamos el argumento de todas esas ideas que hemos formado a lo lardo de la preparación previa. Es en el cuerpo donde hay que tener en cuenta una de las premisas que hemos dado con anterioridad; que es hacer la estructura de la exposición oral atractiva. Ya que es en el cuerpo donde los oyentes se suelen desenganchar, haciendo que hablemos contra la pared.
  •      Conclusión: Esta es la parte en la que hay que poner el broche de oro a nuestra exposición oral. Si les dejamos con buen sabor de boca seguro que estaremos más cerca de aprobar; y para ello siempre hay que hacer una recapitulación de ideas y nombrar la bibliografía empleada a lo largo de la presentación.

TECNICAS 

Técnicas para memorizar la exposición oral
Podemos encontrarnos con un sinfín de técnicas para memorizar, pero aquí te recomendamos los mapas conceptuales, así como esquemas que de un vistazo te ayuden a recordar tu exposición oral. Otro verdaderamente práctico cuando tenemos que aprendernos algún tipo de lista, está consiste en establecer relaciones entre la palabra que queramos aprendernos y cosas que ya conozcamos.

Técnicas para agilizar el estudio de nuestra presentación
Cuando nos sentamos a preparar una buena exposición oral nos enfrentamos a un montón de información en la que es muy fácil perderse por ello herramientas como las anotaciones marginales o la técnica del subrayado serán de gran ayuda.
El método de anotaciones marginales consiste en escribir palabras claves, fragmentos del texto, así como fechas o frases propias que nos ayuden a situar la información del texto de forma rápida, al lado del mismo. Esta técnica puede ir acompañado con el subrayado de palabras clave; que hagan que un párrafo sea leído de una forma más rápida agilizando así el estudio de nuestra exposición oral.

Técnicas para el resumen
Después de recolectar toda la información para nuestra presentación; nos encontramos con hojas y hojas de textos que son imposibles de memorizar. Y por ello los resúmenes es la forma ideal para comprimir toda la información que tengamos para nuestra exposición oral. Para componer un buen resumen primero debemos leernos varias veces toda la información y después seleccionar los apartados más importantes; es ahí cuando podemos ayudarnos de nuestras anotaciones marginales o las palabras subrayadas para redactar nuestro resumen.
Guion para hacer una buena exposición oral
Después de recolectar toda la información sobre el tema de nuestra presentación es el momento de ordenar ese revoltijo de datos y darles sentido. Lo más práctico para hacer todo eso será crear un guion para nuestra exposición oral; esté se puede hacer de muchas formas.

Según qué tipo de ponente seamos el guion para nuestra exposición oral puede hacerse más abierto o cerrado. Es decir más libre a la improvisación o por el contrario puede ser más atado en cuanto a todo lo que vamos a decir, algo muy útil si somos más olvidadizos o inseguros. Pero todos estos guiones deben estructurar la información en ideas claras y siempre acompañado de un lenguaje acorde con nuestro público; de nada nos valen mensajes en lo que haya que dar mil vueltas para entenderlos, ya que así solo conseguiremos que el oyente desconecte de nuestra exposición.

Una buena exposición
En resumidas cuentas, una buena exposición debe ser:
  • Documentada. Debe manejarse bien el tema expuesto y se debe contar con las necesarias referencias para explicarlo.
  • Amena. Debe ser tolerable, ni muy aburrida ni muy abrumadora, con el tono justo para abordar el tema de acuerdo al público.
  • Organizada. Debe abordar el tema de a poco, sin dejar por fuera elementos indispensables, sin retroceder sobre sí misma ni adelantarse innecesariamente.
  • Acotada. Debe ocupar la cantidad de tiempo justo del que se dispone, sin abusar del público y sin quedarse corta o acabar antes de tiempo.
LENGUAJE NO VERBAL
transmite en una exposición oral proviene del lenguaje no verbal.

1. Gestualidad
La gestualidad puede acentuar, sustituir o contradecir lo que se expresa con palabras.
  • Emplear gestos abiertos, como por ejemplo mostrar las manos, estirar los brazos y piernas, abrir los hombros, no interponer objetos entre el propio cuerpo y el público, como mesas, carpetas o libros, y sobre todo asegurarse de que la cara es visible para todo el mundo
  • Utilizar gestos que acompañen al discurso y faciliten la comprensión. Por ejemplo, indicar con gestos una medida o una distancia, señalar una dirección, describir un ritmo o estirar dos dedos de la mano mientras se dice que se presentarán dos ideas clave.
  • Evitar los tics gestuales que se hacen a veces por nerviosismo: jugar con un bolígrafo o con el anillo, apartarse el cabello, colocarse bien las gafas, etc.
  • Hacer movimientos pausados, evitar los movimientos bruscos. Evitar dar la espalda al auditorio.
2. Mirada
  • Una mirada efectiva extiende puentes de comunicación con el auditorio: tiene más posibilidades de captar y de mantener la atención, hacer llegar el mensaje y obtener un feedback para adaptar el discurso al auditorio
  • Repartir la mirada entre el público para conseguir que todos se sientan mirados, evitar concentrar la mirada en una parte de la sala o mirar siempre a los mismos Tomar mentalmente las medidas de la sala para conseguir que la voz llegue con un volumen adecuado, tanto a las personas sentadas en las primeras filas, como a las personas más lejana. En caso de duda, conviene preguntar a los asistentes si oyen bien cuando habla el orador.
  • Combinar los diferentes tipos de mirada durante la exposición: radar o panorámica, láser o focalizada, y espejo o que recibe respuesta visual del público. Adaptar el discurso a los movimientos o reacciones que se observan en la audiencia.
  • Optar por una mirada franca, es decir, con los ojos abiertos, mirando a los asistentes a la cara. Una mirada apagada, con los ojos caídos, genera apatía, y una mirada que se desvía cuando coincide con la de una persona del público muestra inseguridad.
  • No mirar al vacío, al suelo o al techo, si no es con un propósito determinado. Evitar perder el contacto visual porque se lee el guión o se está pendiente de las diapositivas del programa de presentaciones.
3. Volumen y entonación
  • El papel de la voz es clave para conectar con el auditorio, hacerle llegar un mensaje con claridad, mantener la atención y hasta transmitir emociones.
  • Evitar una entonación monótona y poco variada; por ejemplo, alternar frases enunciativas e interrogativas, o subrayar con la voz las palabras clave del discurso.
4. Ritmo y pronunciación
  • El buen orador debe tener en cuenta el poder expresivo de su voz y procurar transmitir entusiasmo por la temática que expone.
  • Emplear el ritmo idóneo para facilitar el seguimiento del discurso. Un ritmo demasiado lento provoca sensación de monotonía y un ritmo demasiado rápido denota nerviosismo.
  • Disminuir la velocidad en los momentos clave y utilizar pausas que remarquen palabras o separen las ideas: reflejan seguridad y permiten mantener o recuperar la atención del auditorio.
  • Pronunciar las sílabas de las palabras con claridad, evitar la pronunciación descuidada de los sonidos.
5. Indumentaria
  • La indumentaria debe corresponderse con la personalidad del orador y, también, con el propósito, el registro y el contexto de la exposición
  • Llevar una indumentaria que tenga en cuenta el contexto en el que se produce la exposición, sin renunciar a la propia personalidad.
  • Llevar una indumentaria que ayude a proyectar la presencia del orador, teniendo en cuenta el efecto que puede producir en el auditorio.

REFERENCIAS



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